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¡Solo en Uruguay! El insólito partido donde los jugadores se hacían dobles en contra para forzar un alargue


“Tengo una que es memorable… ¡Se me armó un lío con eso!”, me dice Cacho sentado en el sillón de su apartamento en pleno Pocitos. Se acomoda, lo mira a Gerardo Schuster que fue testigo de aquella charla, arranca y parece mentira, pero me transporta al lugar…

Minuto de tiempo en la cancha de Bohemios. Desesperación y nerviosismo en el banco. Unos alcanzan agua, otros dan aire sacudiendo toallas. El técnico se para delante de su quinteto y da una orden que sorprende. Los juveniles de Bohemios se miraban y sus gestos lo decían todo. Confusión primero. Incredulidad después.

“Caldera, sacás vos. Se la das a Daniel. Y vos, Daniel, te metés el doble en contra”. El inconfundible vozarrón de Cacho Perreta sacudía aquel instante de locura.

Los jugadores no podían creer. Entonces Daniel Rafaelli se animó a preguntar: “¿En contra me hago el doble?”.

A lo que Cacho le dijo sin pestañar. “¡Sí, en contra!”.

“¡No! ¡Yo no!”, respondió el jugador decidido a no cumplir con la extraña orden de su entrenador.

Entonces, ante la confusión, intervino Andrés Calderón que interrumpió y le dijo a su compañero: “Vos tenés que hacer lo que él te dice. Es el técnico”.

Suena la chicharra. Los jugadores de Defensor, el viejo club violeta que aún no se había fusionado con Sporting, salen a la cancha con el convencimiento de que solo un milagro les impedía clasificar a la final.
Es que el partido de ida lo habían ganado por más de seis puntos y, si bien Bohemios ganaba el juego de vuelta, no le alcanzaba la diferencia.

Claro que lo que jamás imaginaron los juveniles de Defensor fue que el viejo zorro de Enrique Cacho Perreta había impartido la orden de hacerse los dobles en contra para igualar el marcador y de ese modo forzar un alargue donde pudieran obtener la diferencia que necesitaban.

En medio de un clima sumamente particular, los muchachos de Bohemios toman posición. Rafaelli no estaba convencido. “Yo no sabía cómo explicarle que nosotros teníamos que hacer eso para ir al alargue”, expresó Cacho ante la sonrisa de Gerardo y la mía que no podíamos creer aquel cuento del partido jugado en 1986.

El hecho es que Rafaelli se niega a meter el doble en contra. Y en ese instante reacciona Andrés Calderon. “Quedaban 25 segundos. Lo miro a Cacho y me dice: ‘Metete vos el doble en contra’, recordó entre risas el expresidente del Metro, Andrés Calderón.

Sacó Rafaelli, se la dio a Caldera y este anotó el doble en contra. Defensor seguía arriba en el marcador por dos puntos. Bohemios volvió a reponer desde debajo de su tablero y otra vez lo mismo. Partido igualado. Y así termina.

Los jugadores de Defensor salieron corriendo a festejar. Se abrazaban celebrando la clasificación a la final, pero no se percataron del detalle de que debían jugar el alargue.

El alargue

Twitter: Soydelbohe.com

El alargue se inició con las mismas condiciones. Bohemios disponía de cinco minutos para ganar por la misma diferencia o más de la que había sacado su rival en el juego de ida.

“Era imposible”, recordó Calderón. Y acotó: “Estábamos a seis puntos y otra vez se genera la locura”.

¿Qué pasó? Los jugadores de Bohemios volvieron a anotarse dobles en contra. En la cancha se planteaba nuevamente una extraña situación. Y, por curioso que resulte, ¡se va a un segundo alargue!, rememoró Calderón.

“Una locura. Hoy, con el paso del tiempo, te das cuenta que todo era una locura. Con todo el tema del fair play es imposible siquiera imaginarlo. Aparte, no se permite, hoy te cobran técnico”, acotó Calderón, que era uno de los encargados de anotarse los dobles en contra en aquel histórico partido.

Insólito, Defensor defiende el aro rival

Con las manos en jarra, parado al borde de la cancha, el técnico de Defensor lucía indignado. Fue entonces cuando Horacio Gava dio una orden que sorprendió a propios y extraños. Mandó marcar el aro de su rival. Sí, ¡el de Bohemios! La idea era impedir que los jugadores albimarrones se volvieran a hacer dobles en contra para forzar un nuevo alargue.

En el segundo alargue se produjo una jugada que dejó claramente patentizado lo que se vivió aquella noche.

Calderón, por curioso que resulte, penetraba a toda velocidad rumbo a su aro. Y cuando iba a convertir el doble en contra, le cometieron falta.

Había que tirar lanzamientos libres. Calderón se paró en la línea, de frente a su aro. Es decir, dispuesto a hacerse el libre en contra.

El árbitro, que según revelaron los protagonistas de la historia, era Atilio Sebastiani, se nubló por la situación que se planteaba.  No entendía que un jugador de Bohemios lanzara libres contra su propio aro.

El técnico de Defensor saltó del banco y empezó a protestar. Gava aducía que el libre lo tenían que tirar en el otro aro. Lógico, le habían cometido falta al jugador de Bohemios. La incertidumbre gobernó la escena.

Pero terminó primando el sentido común. Finalmente, Bohemios no pudo lograr su cometido porque los jugadores de Defensor lo impidieron marcando el aro contrario.

Los libres de Calderón

Calderón tenía sus historias en esto de los lanzamientos libres. Cierta vez, en cancha de Malvín, fue protagonista de otra anécdota memorable.

Partido tanto a tanto entre los juveniles de Bohemios y el local. El ganador jugaría la final contra Biguá.

Partido igualado, Calderón cortó una pelota y se fue rumbo al aro de Malvín, pero no llegó.  Fue víctima de falta. Tenía dos libres y quedaba un segundo para el final del juego. Imposible perderlo.
Víctor Hugo Berardi. Foto Twitter Club Bohemios


Víctor Berardi, entrenador del primer equipo de Bohemios, conocedor de la rivalidad que se daba en aquellos años entre los albimarrones y Malvín, había advertido a los jugadores que iban a disputar el preliminar.
“Muchachos miren que el partido de Primera es muy complicado. No la pudran, no la compliquen. Jueguen, ganen, y vayan al vestuario tranquilos”.

Bien. Las cosas estaban claras mucho antes de los libres de Calderón que definirían el partido. No había más tiempo. Tiraba y terminaba. Afuera calentaban las estrellas del Bohemios de entonces: Marcelo Sánchez, Luis Pierri, Walter Pagani, Jorge Frattini, Daniel Vanett, entre otros.

Antes de los libres, el técnico de los jóvenes albimarrones, el inefable Cacho Perreta, pidió tiempo porque se percató de que algunos hinchas del rival, iban a mover el tablero de la cancha abierta de Malvín para impedir que su equipo anotara los libres.

Los jugadores de Bohemios se sentaron en el banco, y Perreta lo miró fijo a Calderón y le dijo: “Caldera, si te están moviendo el tablero no tires. Le decís al juez. Pero no le digan nada a los de afuera porque nos cobran técnico. ¿Está claro?”.

Calderón miró a Cacho y le dijo: “Si emboco el primero, el segundo se los tiro con la cabeza”. “¡¿Lo qué!?”, atinó a decir Perreta cuando los jugadores se alejaban rumbo al aro donde se definiría el juego.

Caldera tiró el primero y embocó. Pasó Bohemios. El árbitro le alcanzó la pelota para el segundo libre. Andrés la tomó con las manos, la miró, y la elevó por el aire ante la incredulidad de los presentes. ¡Y pimba! Le pegó un cabezazo a la bola. “¡Se armó un lío!”, rememoró el protagonista de esta historia.

“Afuera estaban los jugadores del primer equipo. Recuerdo que el Cabeza Marcelo Sánchez entró a separar. Berardi me insultó de arriba abajo”, agregó. Mientras Cacho Perreta dijo: “Yo no sé cómo terminó, pero todavía deberíamos estar peleando”.

Al día de hoy, Perreta y Calderón no salen de su asombro cuando cuentan aquellas historias de las que fueron protagonistas.

Para que tengan una idea, aquel juego donde se hizo los dobles en contra, generó la intervención del entonces entrenador de la delección uruguaya, Ramón Etchamendy.

No era para menos, el técnico del primer equipo de Bohemios, Víctor Hugo Berardi, era su asistente en el combinado.

Víctor, que volvía de un viaje, no estaba enterado de lo que había sucedido. Llegó a su casa y desarmó la valija cuando fue sorprendido por un llamado telefónico. Era Pirulo Etchamendy para avisarle del escándalo: “Bo, mirá tu asistente Perreta los quilombos que está haciendo en el básquetbol”.

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