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Mostrando entradas de abril, 2020
Allende: el jugador que Rentistas compró por costillas de carne Foto: Twitter club Rentistas Paradoja del destino. Aquello que los padres combatían, se terminó convirtiendo en un aliado. Los juegos virtuales nunca fueron tan bien vistos como en la era coronavirus. Los botijas, en tiempos donde se sugiere no salir, le ganan horas al día frente a la computadora. Los partidos de fútbol virtuales son uno de los pasatiempos favoritos.  Allí arman sus equipos, “compran” jugadores y disputan campeonatos. En ese mundo virtual hay un solo aspecto del juego en el que el mercado de pases tiene punto de comparación con la realidad: la cotización de los jugadores. Cuesta creer lo que invierten los principales clubes del mundo para reforzar sus equipos. Cifras alocadas. En algunos casos hasta obscenas. Una realidad que contrasta con la particular historia de Daniel Allende, un jugador de Rentistas cuyo pase se pagó con costillas de carne. Tan insólito como real. Allende
Scricky, el técnico de Wynants que fue echado por saludar a Fidel Castro Foto: Derechos Exclusivos Radio Uruguay Los de guayabera naranja se pararon en la platea. El Hugo, que andaba por la pista, salió corriendo rumbo a la boca del túnel. Aquella era la señal que le habían dado. El hombre aparecería por ahí... Hugo Scricky se sacó la transpiración de la frente, se pasó la mano por el pantalón y esperó el momento: Fidel Castro pasaría a su lado. La historia del encuentro del entrenador del ciclista Milton Wynants, ganador de la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de 2000, con Fidel es memorable y digna de contar. Año 1991. Previa de los Juegos Panamericanos de La Habana, Cuba. El invierno golpeaba duro en Uruguay y era imposible entrenar. Entonces el técnico de la selección de ciclismo, Hugo Scricky, apeló a sus conocidos para prepararse en el exterior. Se fueron a Venezuela. Allí se enfrentaron con equipos locales, argentinos, chilenos, colombianos y a
Ortiz, el Loco Gatti de Wanderers que iba a entrenar a caballo Foto: Twitter de Wanderers "El Loco Ortiz… ¡Qué personaje…! Melena larga y rubia. Jugaba de bermudas y se le daba por ir a entrenar a caballo. Le gustaba cantar, y como vivía en Las Piedras, se aparecía por la radio a entonar unos tangos. Cuando se fue terminó vendiendo mechones de pelo entre los hinchas". La introducción del desaparecido Aníbal Maño Ruiz, exentrenador de reconocida trayectoria y que fue compañero del Loco, despertó la curiosidad. ¿Quién fue aquel golero que defendió el arco de Wanderers? Corría la década del 70 cuando los bohemios sorprendían a todos contratando a un golero distinto. Para unos, un imitador de Hugo Orlando Gatti. Para otros, un personaje con brillo propio. Miguel Ángel Ortiz, el Loco, estuvo poco tiempo, pero dejó su huella en el Prado. En tiempos donde los goleros vestían con buzos de colores oscuros, el Loco se dejaba la melena larga y rubia que sostenía
Por una vez, piensen en los jugadores, no en el bolsillo propio En medio de la pandemia el mensaje invade. La premisa es volver a jugar. Los dirigentes de la gremial de futbolistas pueden dar fe de los innumerables llamados que recibieron con la referida sugerencia. Si hasta les preguntaron si la solución pasaba por empezar jugando a puertas cerradas. El mundo no encuentra la salida. No existe vacuna que permita frenar el avance del coronavirus. Pero parece que la prioridad de algunos es salvar el negocio. Poner la fábrica a rodar, sin importar la salud de los que tienen que entrar a la cancha. ¿Quién se hace cargo de la salud de los jugadores? Ni siquiera hay que ir al extremo de un choque de cabezas entre dos futbolistas. No. Simplemente alcanza con preguntarse: ¿Qué pasa con los agarrones dentro del área? ¿Y con algo tan común como salivar en el campo de juego? Sí habrá conductas que modificar antes de pensar en volver a jugar al fútbol… A partir de ahora habrá
Cuesta creer… Que un futbolista uruguayo arreglaba sus contratos en la cárcel con uno de los narcos más peligrosos del mundo. Y que otro, no solo le dio la mano a Muamar Gadafi sino que, además, jugó en la selección de su país donde fue compañero de su hijo que tenía de mascota a un león al que le cepillaban los dientes luego de comer. Cuesta creer… Que fui testigo de la ostentación de la Conmebol el día que inauguró su sede social. Para que tengan idea, Julio Grondona llegó en helicóptero a un asado en la chacra de Nicolás Leoz. Y allí estaba el inefable Pistola Marsicano, presidente de Progreso, que como tenía calor se pegó una ducha en uno de los baños. Cuesta creer…Que el único uruguayo que jugó en la NBA fue al cumpleaños de LeBron James y tiene una colección de championes firmados por varias de las estrellas de la principal liga del mundo. O que en pleno partido en Uruguay un equipo se terminó metiendo dobles en contra para forzar un alargue mientras su rival defendía su pr