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Levantarse y no tener un vaso de leche, vestirse con ropa de la feria de $ 10 y pedir para comer: la historia de superación de Michel Araújo



 
La retroexcavadora rugió. La casa se desmoronó. Michel se largó a llorar. Parado, sin hablar, se le caían las lágrimas. Le tiraban abajo la casa de su infancia. Ya había pasado hambre, sabía lo que era levantarse y no tener un vaso de leche para desayunar. Faltar al liceo por no tener championes. Comer pescado hasta el hartazgo porque era lo que pescaba su padre. Jugar con zapatos encintados, laburar de mozo o cortar pasto por unos mangos. Pero todo aquello era insignificante con el dolor de aquel día en que la máquina les tiró la casa abajo. Tenía 12 años. Las lágrimas le brotaron. Lloró de dolor. Se quedaban sin techo.

La vida de Michel Araújo no fue fácil. Es un canto a la superación. Las vivió y las pasó absolutamente todas antes de su presente en Fluminense de Brasil.

“No fue sencilla… Soy de una familia muy humilde (7 hermanos), muy pobre. Con necesidades todas, de ropa, alimentos, educación. Levantarse y no tener un vaso de leche para ir al Liceo”, comenzó diciendo el exjugador de Racing a Que la cuenten como quieran.

Araújo es del barrio el Real de Colonia del Sacramento. Un lugar pegado a la conocida Plaza de Toros de la cuidad. Su casa la levantó su padre en un terreno que no era de su propiedad. “Mi viejo vivió toda la vida ahí, frente a la playa, pero luego aparecieron nuevos dueños del terreno y nos echaron.

Nos tiraron la casa abajo y nos tuvimos que ir. No lo olvido más. Yo tenía 12 años. Eso fue muy duro. Lloré mucho”, expresó el jugador que deslumbró en Racing.

En ese momento su padre se fue a vivir con su hijo más chico a un lugar donde disponían de un cuarto, cocina y baño, al tiempo que Michel se fue con su hermana Micaela.
Michel Araújo y sus sueños de niño


De chicos, los Araújo fueron a la escuela 98 donde Michel llegó a ser abanderado. Luego inició el liceo donde cursó hasta tercer año.
“Fue una lucha constante, de ir al liceo sin desayunar, sin almorzar, o de faltar por no tener un par de championes. Se me hizo muy difícil”, rememoró el joven de 23 años.

Eran tiempos duros. Su papá vivía de changas. Salía a pescar o cuidaba caballos de carreras. Su madre también variaba de actividad. Cocinó en carritos de comida, realizó tareas de limpieza en el hospital del departamento. Pero como el dinero no daba terminó de cocinera en una escuela.

Bajo esas condiciones no era sencillo darle de comer a siete hijos.
“Te podés imaginar que tener para comer todos los días era complicado. Mi viejo se las rebuscaba laburando pero nunca era suficiente, siempre algo faltaba”, comentó el jugador de Fluminense.

Araújo reveló que le pasó muchas veces de llegar a su casa de estudiar y solo tener un café negro arriba de la mesa.

“En un momento mi viejo salía a pescar y lo único que comíamos era pescado todo el día. Era una cosa terrible”, admitió. “¿Un alfajor? Poco y nada… yo regateaba dos pesos para comprar un caramelo”, agregó.
Michel reconoce sin ningún tipo de vergüenza que llegó a pedir para comer.

“Tengo unos amigos que vivían conmigo en el barrio y me dieron un apoyo terrible. A ellos dos les pedía comida, a Leandro Cabrera y Matías Bone”.

Ropa de 10 pesos

La vida no fue sencilla por aquellos años para Araújo. Para ayudar un poco salía a trabajar con su padre con los caballos de carrera. No era mucho lo que podía hacer por su edad, pero fue “mozo” en los carritos de comida y hasta cortaba pasto a cambios de unos pesos.

Vestirse era otro tema complejo. “Llegué a ir a la escuela con zapatos de fútbol porque era lo único que tenía para ponerme. Y al liceo a veces no iba porque no tenía calzado. Yo usaba ropa regalada por mis amigos, o la compraba en la feria por 5 o 10 pesos”, reveló a Que la cuenten como quieran.

Debido a la situación de la familia, Michel concurría en enero a la escuela. Sus padres lo anotaban en el “Verano solidario”, un programa destinado a ayudar a las familias con dificultades ya que a los niños se les brindaba desayuno y almuerzo.

“Con mis hermanos asistimos todos los veranos a la escuela. Allí la comida del mediodía estaba segura. La cosa fue cuando pasé al liceo. No había más comida”, expresó el delantero.

Para ese entonces sus padres se habían separado y Michel apeló al recurso de ir a la escuela donde su madre desempeñaba funciones como cocinera. “Mi mamá me dejaba un plato para mí. Me lo ponía arriba de la mesa y yo comía en la escuela”.

La lucha del fútbol


El fútbol siempre le corrió por las venas a Araújo. Comenzó a jugar en el baby fútbol del club Real de San Carlos y cuando pegó el saltó defendió a Juventud de Colonia.

En determinado momento llegó a sus oídos, por intermedio de Juan González, una posibilidad de ir a probarse a Montevideo. Racing le daba una oportunidad. Mientras se resolvía su viaje, se enteró de la noticia de que su novia había quedado embarazada.
Michel tenía 17 años. Quería largar todo e irse a trabajar a la construcción. Sin embargo, la familia de Margarita Pérez, su señora, cumplió un rol fundamental para que no abandonara el fútbol y peleara por su sueño.

El chico se vino a la capital. Se probó en la Cuarta división de Racing y quedó. Claro, ahí surgió otro problema. ¿Dónde se quedaba?

“El hermano de mi señora me pagaba una residencia estudiantil donde pasé a vivir. Allí era todo compartido. El cuarto, la cocina, el living”, recordó.
Michel Araújo en Fluminense. Foto: twitter Araújo

 
Los fines de semana Michel terminaba de jugar y se iba derecho a Plaza Cuba a tomar el ómnibus con destino a Colonia para ver a su novia.
“Mi señora trabajaba en una panadería. Lo hizo hasta el último mes de embarazo. Y recuerdo que cuando me volvía me daba plata para que yo pudiera comer”.

Por esos tiempos Michel jugaba con zapatos prestados. “Yo nunca tenía dinero para comprarme zapatos. En Colonia un primo me decía no podés andar con los zapatos encintados. Mucha gente me ayudó, hasta los entrenadores mismos me compraban zapatos”.

Un golpe a la ilusión

Al poco tiempo le apareció a Michel la oportunidad de irse a probarse a una academia de fútbol en España. Y allá viajó. Se quedó dos meses. No quedó. Volver fue un golpe.

“Fue duro. Tenía que volver a la Cuarta de Racing, sin contrato, a pelearla de nuevo. No quería jugar más al fútbol. No quería volver a Montevideo. Me iba a quedar en Colonia a laburar. No sabía en qué, pero viste cuando uno dice laburo de lo que sea, bueno, iba por ahí la mano”, reveló.
Pero nuevamente, la familia de su señora jugó un rol fundamental y lo impulsó a volver a pelear por su sueño.
Araújo en Racing. Foto: twitter Michel Araújo


Luego de permanecer un año en la Cuarta de Racing lo ascendieron al primer equipo. Fue cuando le hicieron su primer contrato.

Para entonces ya había nacido su hijo Lautaro. Llamó a su señora y le dijo que se viniera a la capital ya que iba a alquilar un apartamento en la Ciudad Vieja.

Su primer contrato fue de 18 mil pesos, de los cuales 10 mil estaban destinados a pagar el alquiler. “No fue sencillo. Sufrí alguna necesidad que otra porque en Racing llegamos a estar dos o tres meses abajo en los sueldos y me atrasaba en el pago del alquiler. Y la cabeza te trabaja, más con un niño chiquito. Pero mi señora consiguió trabajo y con la ayuda de mi representante Dardo Ingold salimos adelante”, admitió.

A mediados del año 2016 el club cedió a Michel a préstamo a Villa Teresa donde se destacó y a mediados de 2017 regresó al club de Sayago.
El día que Lance anunció el interés de Flu


Cerca de fin de año de 2019 le sonó el teléfono. Era su representante para avisarle de un posible interés de Fluminense de Brasil. “Fue algo inexplicable de describir, una sensación rara me recorrió el cuerpo”, contó el chico que a los pocos días viajó a Rio de Janeiro para acordar el pase.

Michel firmó contrato por cuatro años. El sueño estaba cumplido. El club brasileño adquirió la mitad de la ficha del delantero a cambio de 750 mil dólares. Mientras posaba para la foto con la camiseta de Fluminense, por la cabeza de Michel deben haber pasado miles de imágenes. La demolición de su casa. No tener un vaso de leche. El café negro arriba de la mesa. Pedir para comer. La pobreza y los sueños…

“Se puede. Los sueños sí se cumplen, hay que acompañarlos, hay que morder y seguir para adelante. No sé si soy un ejemplo de superación, pero la pasé mal de verdad, cuando niño y adolescente, y lograr esto me llena de orgullo”.
Twitter Michel Araújo


Comentarios

  1. Sinceramente una alegría enorme me da Dios te bendiga pibe a seguir luchando por su familia

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  2. Desde aquí te deseamos lo mejor,un Racinguista.

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  3. Lecciones de vida para todos los que se rinden sin luchar. Gracias Jorge Señorans por darnos a conocer estas historias que inspiran y nos dan un gran ejemplo de que luchar por un sueño es el camino.....gracias de Silvia

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  4. Es lo mas lindo para un padre creo NO!

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  5. Hola negrito Tu tío narigón te saluda Has sido siempre nuestro orgullo Me encanta que cuentes tu historia real y sin filtros Te amamos ,te disfrutamos siempre y te veíamos tirar caños en la playa del real y ahora te vemos en el Maracaná Pero tu sonrisa nunca cambió Gracias por tanto y sobre todo por tu humildad

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  6. Qué linda historia! Y con tu habilidad y tú energía aun puedes seguir para adelante. Arriba Michel!!! No sabes lo orgulloso que me pone toda tu historia. A seguir peleando por tus sueños!!!

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  7. Una historia muy conmovedora un ejemplo de vida para nosotros los colonienses salud Michel

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  8. Que gran ejemplo! Como muchos brasileiros, tuvo sus dificultades y las superó. Espero que le vaya todo bien en el flu y seas un idolo para nosotros, hinchas de Flu! Saudações Tricolores!

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  9. Grande Michelito !
    Se t quiere mucho tren !
    Siempre para adelante , con humildad y sacrificio ...
    Cuidate , hasta vestir la Celeste del alma no pares ...
    Abrazo d gol ! RB16

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  10. Eres el mejor ejemplo de superación.
    Todo lo que lograste y lograron como familia se lo merecen.
    Que sigan los sueños, que los sueños si se cumplen.
    Disfruten, la vida es bella

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  11. Maravilloso!!!! Ojala a muchos niños y adolescentes, en su misma situacion, que si hay muchos, se le cumplieran sus sueños, después de tanto sacrificio y lucha.
    Arriba La Escuelita!!!

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  12. impresionante, y anoche fue campeón aqui en Brasil con Fluminense, en el estadual de Rio de Janeiro, en el histórico Maracaná !!!felicitaciones Michel

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