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Tato López, el inédito documento del debut del jugador niño en la selección y la pelea de Hebert Rey con Ramiro De León

De puño y letra de Tato

En una amarillenta hoja del hotel Isla Teja de Valdivia está la letra de Tato. De puño y letra. Con lapicera azul. Un documento inédito que data de febrero de 1977 cuando Horacio Tato López, con apenas 16 años, debutaba en la selección uruguaya de básquetbol de mayores.

En el papel, que lleva el logo del hotel, Horacio respondió las particulares preguntas de Hebert Rey, el entrenador que lo llevó por primera a un torneo Sudamericano. ¿Cómo jugarías tú contra Argentina? ¿Qué harías? Fueron las dos interrogantes que trasladó Rey.

En la hoja, que arriba se identifica como H. López, está la respuesta que brindó Tato con una letra propia de su juventud. Un documento increíble, donde uno de los mejores jugadores de la historia del básquetbol uruguayo, sugirió: “En ataque 2-3 tratando siempre de jugar sobre el hombre que marque Gherman, En defensa hombre a hombre media cancha presionando a Cadillac y sin dejar recibir a Gherman, también se puede variar a una zona pasajera”.

La convocatoria de Horacio Tato López a la selección había generado polémica. El chico de 16 años había sido citado en lugar del lesionado Fernando González. Aquella decisión fue el primer cortocircuito entre el entrenador Hebert Rey y su ayudante Ramiro De León.
Atilio Caneiro y Horacio López


“El primer problema surgido fue el pedido del técnico de menores por contar con Horacio López. En un principio lo denegué, pues consideré que López es un jugador superior pero aún inmaduro y que la permanencia en menores podría serle contraproducente. En una charla que mantuve luego con el Sr. Roselló, modifiqué mi posición ya que López integraría una representación nacional y luego se reintegraría (a la mayor)”, contó entonces el entrenador de la celeste.

Uruguay sorprende

El Correo de Valdivia

Luego de una preparación de 45 días, que incluyó una concentración en el balneario Bella Vista, el 15 de febrero los celestes emprendieron viaje a la ciudad chilena de Valdivia para disputar el Campeonato Sudamericano. El viaje fue toda una odisea. Primer tramo en avión y luego 14 horas de tren para llegar a la sede del campeonato.

El debut de la selección mayor se produjo el 20 de febrero en el Coliseo Municipal de Valdivia donde vencieron al local Chile por 76 a 49.


Tato lució en aquel campeonato la camiseta número 9 porque con la 4, la blusa que lo identificó a lo largo de su carrera, jugaba Álvaro Santelli.

Luego de sortear a los chilenos los celestes vencieron a Perú y Bolivia. Pero llegaron dos derrotas que golpearon. Ante Brasil y Colombia. Por lo que el equipo tenía el clásico contra Argentina para levantar cabeza.

El 28 de febrero de 1977, antes de salir a la cancha, el técnico Rey se paró delante de su grupo y expresó: “Lo pasado es historia, la única manera de borrar la mala actuación es ganarle a Argentina”, reveló Carlos Peinado en la revista Sport.
El plantel de Uruguay. Tato sentado arriba de una pelota


Uruguay venció aquella noche a Argentina 95 a 81 y le sacó un impresionante invicto de 40 partidos sin conocer la derrota.

El diario La Tercera comentó sobre la victoria de los uruguayos: “Argentina nunca encontró inspiración para romper el sistema defensivo individual del rival como igualmente tampoco intentó una variación en su esquema defensivo. Caneiro y Peinado fueron destacados como artífices de la victoria. Uruguay ganó porque cuando tuvo que recurrir a la inspiración personal la encontró porque estaba convencido de su básquetbol”.

El choque de Rey con Ramiro De León


Pero, lo que pocos saben, es que detrás de aquel debut de Tato en la celeste se ocultó otra historia…
 Luego de los primeros cuestionamientos por convocar al “jugador niño” se generó otro problema. En plena preparación del equipo celeste Sporting comenzó a presionar para que Rey liberara a sus jugadores para disputar un torneo internacional que organizaría el club. En la historia había un detalle: Ramiro De León, el ayudante técnico de Rey, era el DT de Sporting.

Pasado el Sudamericano de Valdivia, Hebert Rey reveló con lujo de detalles lo sucedido. Lo hizo en una nota con Mundocolor del 20 de febrero de 1978.

“Con respecto al cuadrangular consulté a mi ayudante técnico Sr. De León, a la sazón técnico de Sporting. Me dijo que difícilmente Sporting lo organizaría ya que sabían que sus jugadores no iban a ser prestados. Pero cuando el torneo se confirmó, De León me dijo que iba a necesitar los jugadores, a lo que respondí que no, pues no se debía distorsionar el plan de trabajo ya aprobado”, comenzó diciendo Rey.


La selección se fue al balneario Bella Vista a realizar la preparación “creyendo que ya no había nada más que decir”, acotó Rey. Mientras tanto Sporting hacía contactos con De León.

“Él (De León) me dijo que estaba de acuerdo conmigo. Pero veo que jugó a dos puntas, ya que él siempre le dijo al club que yo iba a ceder. Fueron dos dirigentes (de Sporting) a Bella Vista y lo primero que hicieron fue pedir con De León. Me sentí molesto por su falta de ética, pues su deber era hablar conmigo. Estuvieron media hora con De León y quisieron luego charlar conmigo. Si los hice esperar fue porque estábamos sentados a la mesa y estaba fijado que nos levantamos y nos sentamos todos juntos, por disciplina”.

De León denuncia presiones

Larrosa, Martinetti, Haller y Núñez

Finalizada la cena, los entrenadores se reunieron con los dirigentes de Sporting, Gerwer y Giordano. “El primero de los cuales, al negarme a ceder los jugadores, me amenazó con “sufrir las consecuencias”. Como me mantuve firme me dijeron que me declaraban “la guerra” y que la selección y yo sufriríamos las consecuencias”, reveló Hebert Rey.

El técnico agregó en la nota con Mundocolor que: “Durante el diálogo (Ramiro) De León dijo estar de acuerdo conmigo y Gerwer lo apuró, entonces De León se alejó, desligándose de la conversación. Hablaron con sus jugadores y esa noche le comunicaron a Peinado que debía volver por su trabajo y a De León a reintegrarse a las prácticas”.

La decepción de Rey: “Me falló como amigo”

De León y Rey

En la nota el técnico Rey agregó que Ramiro De León le dijo que viajaba a Montevideo, pero que volvería para concentrarse con la selección en Bella Vista.

“Pero se llevó todas sus cosas, con lo que demostró su engaño y su traición para todo el grupo. Y me falló como amigo. Me llamó al otro día y le pedí que aclarara con la prensa su situación. Me dijo que Sporting lo presionó: el club o la selección. Le insistí que aclarara todo el problema. Pero veo que se vendió a un precio muy bajo: no habló con la prensa y finalmente me escribió una nota, mientras Sporting me atacaba directamente”, declaró Rey.

El entonces entrenador de la selección agregó: “En la nota me decía que lo perdonara, que debía ver por su familia y me decía que me falló como amigo. ¿Y mi familia? ¿O acaso yo no la tengo? Me atacan duramente pero él no pensó en la mía y sí en la suya. Yo también vivo del básquet y sin embargo me juego. El tiempo dirá qué sucede. Tengo la frente bien alta, porque actué de acuerdo a mis reglas fijadas. Sin embargo, me traicionaron, me usaron y me agraviaron. De León perdió su dignidad, pues lo esperé hasta último momento. Ahora, que la afición juzgue”.

La disculpas de Ramiro De León

Que la cuenten como quieran tuvo acceso a la carta a la que hacía referencia Rey. De puño y letra, Ramiro De León se disculpaba del técnico de la selección diciendo.

La carta de Ramiro a Rey

“Querido amigo Hebert. Te fallé. No te imaginas lo difícil que fue encontrar una solución. No te imaginas cuantas veces pensé mandar todo al diablo, y salir corriendo para estar todos juntos nuevamente. Pero bien sabés que hay razones fundamentales para que yo permanezca en Montevideo.

Toda la confianza, toda la amistad que depositaste en mí durante todo este tiempo, yo la he destruido, aunque a veces me pregunto, porque me tiene que tocar a mí. Y todo esto me hace ser más claro, luchar más contra la injusticia, tratar de volverme cada día más impermeable y pensar solamente en mi gente y lo que me rodea”.


Posteriormente De León le dice a Rey de su intención de no concurrir a la concentración del plantel en Bella Vista.
“No voy a ir a Bella Vista, no voy a ir a ningún entrenamiento, no quiero saber más nada de todo esto porque no me merezco participar de algo como lo que hemos forjado, y a lo que yo no me pueda integrar como yo hubiera deseado.
Decirte que sigas trabajando igual, que es la forma correcta, que si puedes me disculpes, y que si no lo haces yo te entiendo y no me voy a enojar contigo. Un abrazo y gracias por todo este tiempo maravilloso que hemos pasado juntos”.

Pese al choque entre técnico y ayudante Ramiro viajó con el plantel a Valdivia. “Mi abuelo le dijo a Ramiro que arreglara el problema y que fuera a Bella Vista. Según me contó, le dijo que se quedara, que era un papelón que se fuera porque la selección estaba por encima de todo”, reveló Sebastián Baranzano, nieto de Hebert Rey.

El balance final

Uruguay se despidió del Sudamericano de Valdivia venciendo a Paraguay por 82 a 50 con 2 puntos de Horacio Tato López. Al otro día, Brasil dio cuenta de Argentina por lo que los celestes terminaron como vicecampeones del torneo.

El plantel lo integraron Álvaro Santelli, Luis Eduardo Larrosa, José Barizo, Hebert Núñez, Víctor Frattini, Horacio López, Carlos Peinado, Atilio Caneiro, Mario Viola, Germán Haller, Daniel Wenzel y Pompeyo Martinato.

Horacio López llegó al aeropuerto luciendo un trofeo extra por ser el jugador más joven del torneo. Las crónicas de la época hablan de que su alegría y emoción se hizo patente cuando avistó a la barra de Bohemios aguardándolo con carteles haciéndose sentir con una sonora batería de murga.

El técnico Hebert Rey elaboró un informe emitido a la Federación Uruguaya de Básquetbol donde destacó de Tato López.
“El jugador niño del plantel, que demostró una personalidad tremenda para su futuro. Debe mejorar su disciplina y su humildad en los entrenamientos. Tiene todo un futuro abierto para nuestras selecciones”.

El análisis jugador por jugador de Rey

Y, a pesar de las diferencias, tuvo la grandeza y el profesionalismo para destacar por escrito la tarea de su colaborador Ramiro De León: “Confirmó su designación en el complejo engranaje del grupo con total seriedad y conocimiento de su función. Fue gran colaborador y amigo en los momentos deportivos más difíciles. Importante en el grupo como nexo entre jugadores y técnico. Un gran aporte para el cuerpo técnico”.


Hasta ahí lo profesional. En lo personal, jamás se volvieron a hablar como lo sentenció el nieto de Rey, Sebastián Baranzano.
“Mi abuelo trabajaba en canal 12, era jefe de cámaras, por lo que cuando se televisaban los partidos yo aprovechaba para ir a la cancha. Ramiro siempre lo buscaba para saludarlo, pero mi abuelo ni lo miraba”.


Comentarios

  1. Tal cuál. Ni un punto ni una coma de más.

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  2. Brillante, profunda y muy documentada investigación.

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  3. Impecable, Nacho como todas tus notas, yo jugue con H. Rey como dirctor tecnico,demostro ser un gran estratega. Abrazos Cacho

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  4. Muy buen artículo. Con información inédita. Gran trabajo de investigación periodística. Felicitaciones

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  5. No me parece bien estos comentarios, tengo muchos gravados en mi cabeza, en todos los grupos siempre hay algún problema y por eso no hay que salir a comentarlo, menos hablando de dos grandes del basket como lo fueron REY y RAMIRO.

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    Respuestas
    1. Todo fue realizado con mucho respeto.
      La iniciativa y pedido de publicacion fue de mi parte (ñieto de Rey) es una historia que estaba en mi familia hacia mucho.
      La misma extrapolo el grupo, mi abuelo fue juzgado y criticado. Pero por su grandeza el nunca conto toda la verdad e incluso cerro el informe final hablando muy bien de Ramiro como profesional.

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  6. Israel Gerwer era el Presidente de Sporting y dueño de la Inmobiliaria donde trabajaba Carlos Peinado. Tanto Larrosa como Núñez estaban en 18 años y Tato en 16, 3 de las figuras de la Selección 84 en Los Ángeles. Martín Martinetti como ponen los chilenos, era el Lacazino Pompeo Marinatto de Peñarol.

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