Fue testigo del llanto de los niños por los gritos de afuera. Llegó a quedarse hasta las 2 de la mañana haciendo tarjetitas con cartulina para regalar a los chiquitos con un mensaje. Iba a la cancha con dos libros. Esta es la historia de un anónimo llamado Luis Morales, un hombre que arbitró 7.068 partidos de baby fútbol y regaló miles de enseñanzas.
Tenía 16 años cuando se metía en la cancha del club de su barrio Málaga con un solo objetivo: arbitrar partidos. No se le ocurría jugar. Un día José Oliva, que lo veía dirigir desde afuera, le preguntó si le gustaría ser juez y lo impulsó a inscribirse en el curso de árbitros. Jamás imaginó llegar a dirigir más de siete mil partidos.
Qué
le van a hablar a Morales de baby fútbol que no conozca… Fueron 36 años
ejerciendo la docencia desde adentro del campo de juego como árbitro. Su particular
estilo de conducción lo llevaba a tomar decisiones que de pronto no caían
simpáticas. A modo de ejemplo, si había tormenta no había gestión posible con
Morales. De nada valían las protestas de padres y dirigentes, para él, primero
estaba la salud de los niños.
Este
hombre tenía la particularidad de pasar noches enteras diseñando tarjetitas con
motivo del día del padre, de la madre, o del abuelo, que entregaría al otro día
a cada niño de cada categoría. No se permitía dejar a ningún chiquilín sin el
simple regalo de un mensaje.
“Las
hacía a mano en casa, con una cartulina y lápices de colores. Me pasaba hasta
las dos o tres de la mañana”, expresó Morales a Que la cuenten como quieran.
De
su carrera de árbitro le quedaron anécdotas tan increíbles como aquellas en las
que un equipo iba ganando 5 a 0 y de pronto le protestaban por no conceder un
tiro de esquina. Dijo que en más de una oportunidad le pidió disculpas a los
niños por algún error cometido y terminaba dando suelta neutral. Pero el tema
no son los niños, sino los padres…
Una
tarde Morales dirigía un partido en cancha de Siete Estrellas. De pronto se
percató que un chiquilín que jugaba estaba incómodo. “Entonces le pregunto
‘¿qué pasa m’hijo?’. El chiquilín no respondía pero algo lo incomodaba. El
padre gritaba afuera como un loco. Hasta que en determinado momento el chico se
paró en la cancha y le respondió que lo dejara jugar tranquilo generando el
aplauso espontáneo del resto los padres”.
Morales
comentó que es todo un tema el de las presiones que reciben los niños. “Hay
momentos en la cancha donde no saben para dónde agarrar, uno le grita salí, el
otro que no, y son niños”.
En
la charla que mantuve con Morales para el libro La cara oculta del baby fútbol, el hombre me comentó otro detalle:
“Hay clubes que tienen técnicos pagos, ojo. Porque esos apuntan a lo deportivo
y dejan a los chiquilines en el banco porque quieren ganar. Si van 1 a 1 no los
ponen a todos”.
Morales entiende que se debería aplicar una reglamentación en la que sea obligatorio que jueguen todos los niños. Y puso como ejemplo que un chiquilín se levanta temprano y nervioso el domingo. Arma el bolsito, se prepara, va a la cancha con los padres, el abuelo, el hermano, y resulta que no juega ni un minuto. “Tienen que jugar todos. Pero no va a pasar nunca. Un tipo que luchó siempre por eso, para que todos tengan la posibilidad de jugar, es Eddie Pintos”.
El negocio
El
baby fútbol corre por las venas de Luis Morales. Observó, escuchó y conoce
muchas cosas. Se enojó con mucha gente y vivió todo tipo de situaciones adentro
de una cancha rodeado de niños y afuera lidiando con un entorno que, con el
paso del tiempo, se fue degenerando.
Entiende
que cambió muchísimo el baby, que lo quieren hacer cada vez más profesional.
Entre
los aspectos que se fueron modificando, comentó el referido a los agentes
externos, llámese contratistas, que hicieron del baby “un negocio”. No lo
comparte. “Lamentablemente es así, se transformó en un negocio. Cada vez se los
llevan más chicos a los niños. En cualquier momento se los van a llevar de
chupete”.
Lentamente
Morales se metió en las cientos de historias que conoce. De aquellas comunes de
padres a los que les ofrecen trabajo a cambio del manejo de su hijo. Hasta las
más complejas.
El
exárbitro reconoce que les ofrecen muchas cosas a los niños. Y señala que hay
engaño. Reveló conocer casos de chicos a los que les dijeron que les darían una
bicicleta último modelo que nunca llegó, porque se la cambiaron por dos
pelotas.
Tiene
claro que estos personajes que irrumpen en las canchas aprovechan las
necesidades de los padres. “Bien grande pone eso”, sugirió. “Van, husmean, preguntan,
van a la casa y ven cómo viven”, comentó Morales.
Si
funciona, todo bárbaro, ¿pero si ocurre lo que pasa con la mayoría? ¿Cómo
vuelve ese niño? Es horrible. ¿Pero vos te pensás que a alguien le importa eso?
No le importa a nadie. Y lo horrible, es que no les importa ni a los padres”,
asumió Morales.
El
baby lo apasiona. Las paredes y muebles de su casa de Aparicio Saravia hablan
de una prolongada trayectoria. Banderines, plaquetas, medallas y fotos abundan
por todos lados.
Luis
se retiró del referato pero siguió vinculado a al baby. Se dedicó a escribir
sobre la actividad, primero en El Diario y luego en Últimas Noticias. Desde
hace poco tiempo se transformó en instructor de árbitros de la Comisión Nacional de Fútbol Infantil.
Morales
culminó la charla con una anécdota de su etapa de árbitro que pinta en cuerpo y
alma cómo viven los niños y los grandes esta historia del baby.
Resulta
que una tarde un técnico gritaba como loco al borde de la cancha ordenando a
sus dirigidos. “Marquen, corran, vos sobra”. Y en determinando momento alertó
para tomar marcas: ‘¡vamos 1 a 1!’. En
pleno partido, uno de los niños que estaba en cancha, que no debería tener más
de 7 años, lo llamó a Morales. ‘¡Juez!, ¡juez!’. El árbitro lo miró y le
preguntó qué le sucedía. Y el chico muy suelto de cuerpo le respondió: ‘El
técnico de nosotros está loco. Dice vamos 1 a 1 y estamos 0 a 0”.
Pero
al margen de todo el camino recorrido, los 36 años que se traducen en 7.068
partidos dirigidos por las canchas de todos los barrios, los reconocimientos y
homenajes recibidos, la satisfacción más grande de este hombre pasa por los
padres que le revelaron que aún conservan la tarjetita que le regaló a su hijo.
Valió la pena Luis, no fue en vano quedarse pintando hasta las dos de la mañana.
Hermosa historia! De esas que se cuentan poco. Una vez un gran comunicador me dijo "la gente común es la que tiene las mejores historias", si será cierto!
ResponderEliminarAl señor Luis Morales lo conozco desde el año 1989,cuando yo era dirigente del club Baby Fútbol Estrella de Oro y el ya albitra puedo decirles que una persona maravillosa y como juez un padre para todos los niños agradezco a Jorge haberle realizado está nota y haberme pasado su teléfono y así hablar
EliminarMuy lindo y muy cierto....felicitaciones Luis!
EliminarExcelente historia par
ResponderEliminarExcelente historia para Morales que dedico su vida en cada partido la experiencia hace leyendas.....
ResponderEliminarEn Navidad recibo su tarjeta hecha por el.Y yo le contestaba con una comprada.Ahora entiendo el valor que tiene y con que dedicación las hace.
ResponderEliminar..
Una gran pilar de una familia maravillosa donde se puede notar el amor el esfuerzo y la dedicación que le brinda a su familia.
ResponderEliminarLa verdad es el abuelo que muchos desearían tener!!! Orgullosa de haber conocido a la. Mejor familia lo adoramos abuelo Luis. Con cariño Julián luciano y Majo. A seguir con tu dedicación por los niños el fútbol y la cultura!
Felicitaciones por la nota
ResponderEliminarGran persona Morales.
Luis Morales de las personas más conocidas en el baby fútbol.
ResponderEliminarCómo mamá de niños que juegan este deporte ,coincido en la mayor parte de lo relatado.
Muchas veces se pierde de eje que es un juego y termina siendo muy cruel.
No ven que para muchos niños es el escape de lo que viven en sus " hogares".
My Bueno el reportaje...muy buena persona Luis siempre esta...
ResponderEliminarNo cabinets Luis
Soy Mabel...
Genial nota!!!!
ResponderEliminarHermoso recuerdo que Luis cuenta con mucha naturalidad y saben por qué? Por que lo vivio con esa pasión y honestidad que solo tienen los grandes y él fue uno en el referato pero más importante hoy retirado sigue siendo esa gran persona que es defensor acérrimo de los y ias niñ@s y las causas sociales como pocos, que alegría me causo leer esté reportaje que le hicieron a Luis Morales,sí tendra para contar de acontecimientos que vivio en su prolongada trayectoria por él fútbol infantil y que el en vida sepa habemos personas que lo queremos por su HONESTIDAD y dedicación más porque ser un ejemplar padre,abuelo y esposo.
ResponderEliminarSALU' COMPAÑERO y AMIGO.
Excelente árbitro, mejor padre, abuelo y extraordinario ser humano.
ResponderEliminarTantas verdades como su vida misma, algunos hechos que bien cuenta: que envenenan la pura esencia de una actividad tan venerable.
Desde el irracional grito de un padre desubicado, que purga sus frustraciones en una cancha de baby fútbol. Hasta las propias autoridades del ente rector nacional, vendiendo y ofreciendo espejitos de colores, sobre "derechos formativos" y peculios miserables, provenientes del "profesionalismo" valiéndose de la fatal necesidad de los clubes. Actos que corrompen la virtud de la actividad social más grande del país, que involucra a niñas y niños, entre 5 y 13 años, después de la escuela pública.
Por suerte Luis no está solo, es a la vez maestro y semilla.
Aún resisten, pocas pero buenas, las madres y padres convertidos a dirigentes que creen en la utopía de la acción del baby fútbol
Aquellos, que como Luis, preparando sus tarjetas, se la juegan, desafiando molinos de viento y aún luchan comprometidos y desinteresados, superando ilusionados todas las frustraciones.
Juan Carlos Sibes
Gracias Jorge por hacer que salgan a la luz todos esos héroes anónimos que hacen su tarea silenciosamente. Gracias por hacerlos visibles
ResponderEliminarQué buena historia de vida ! Un grande Luis ! Un tipo simple, comprometido con la sociedad que vive y que siempre busca lo mejor no sólo para los suyos, sino para todos. Ese el es camino, esa es la idea de esto que se llama vida, vivirla con y para el otro, y con alegría y dedicación, el resto es outlet ! Salú troesma !
ResponderEliminarTuve la suerte de compartir redacción con Morales vartios años, en El Diario y en Ultimas Noticias. Además de ser un ser humano excepcional, siempre de buen humor, recuerdo el trato cariñoso que le dispensaba a los niños y a las familias que acudían a la redacción del diario para alguna entrevista. Fue pionero en difundir la actividad ganándose un lugar en importantes medios de prensa. Lo que desconocía era el dato sobre los más de 7 mil partidos que ha arbitrado. Impresionante. Si tendrá historias para contar. Por suerte algunas anécdotas me las contó personalmente ya que tuve el privilegio de compartir redacción con él muchos años. Un fenímeno
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