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El Estadio en penumbras. Barreto discutiendo con los jugadores. Desaparece un línea. Baja al camarín y llama por teléfono a la AUF. Embarrados, los jugadores de Nacional y Progreso esperaban. Los árbitros no sabían cómo se definía. Insólito. Terminó 14 a 14, pero Barreto decretó ganador al bolso. El relator Solé, incrédulo, dijo a sus compañeros: “Si alguien entiende algo de esto que me explique”.



El fútbol uruguayo tiene historias tan ricas como insólitas. Esta es una de las ellas. Progreso llevaba 23 años de condena en la B, por lo que el torneo Ciudad de Montevideo, que lo disputaban equipos de Primera y del ascenso, era la oportunidad de volver a la fiesta grande y jugar contra los grandes. Después de perder 0-4 con Defensor y 1-2 ante Liverpool a los gauchos los esperaba Nacional. Aquel equipo tricolor venía de ser campeón del Mundo y Uruguayo.  El historiador Agustín Montemuiño reveló que aquel partido era todo un acontecimiento para el club.

Y allá fueron los gauchos la tarde del miércoles 13 de junio de 1973. Con poco más de 2.000 personas en las tribunas y con el arbitraje de Ramón Barreto el partido se puso en marcha…

Sobre la media hora de juego Miguel Calandria puso en ventaja a Nacional. Progreso, que había aguantado la estantería, temió lo peor. Sin embargo, cuatro minutos después, penal para los de La Teja.

Aníbal Dorado pidió la volada. A su frente Manga. Ni más ni menos. El golero tricolor venía precedido de un antecedente que había recorrido el mundo: su gol de arco a arco en ese mismo torneo.

“Acomodo la pelota y se me arrima Martirena, un 5 de ellos, que me mira y me dice: ‘le vas a patear un penal a Manga’ y me empezó a comer la cabeza. Barreto pitó, tiré y atajó Manga”, rememoró Aníbal Dorado en charla con Túnel.

Pero la diosa fortuna se apiadó de Dorado y los gauchos. El línea levantó el banderín señalando que Manga se había adelantado.

Segunda oportunidad. Otra vez Martirena en escena: “Ahora se la vas a cambiar de palo y lo vas a errar”, le susurró a la pasada. Dorado en silencio. Acomodó y le pegó al mismo lugar. Manga fue al otro palo. Gol de Progreso. “Tenía tanta bronca que, en lugar de gritar el gol, lo primero que hice fue insultar en la cara a Martirena”, reveló el autor del gol.

El juego siguió su curso en medio del barrial del Centenario hasta que, sobre la hora de finalización del primer tiempo, Progreso recibió otra trompada. A los 44, otra vez Calandria. Nacional 2 – Progreso 1.

La roja al sordo Marrero

A los pocos minutos de iniciado el complemento el equipo de La Teja se quedó con dos hombres menos tras las expulsiones de Marrero a los 57 y Lema a los 59 minutos.

La roja de Marrero generó una curiosa anécdota. El árbitro Ramón Barreto, en un hecho inusual, había amonestado a todo el equipo de Progreso porque un jugador tocó la pelota con la mano. “En ningún reglamento del mundo existe la amonestación colectiva”, dijo un dirigente de Progreso en aquel entonces al diario La Mañana.

Con el partido 2-1 a favor de Nacional, y dos hombres menos en el campo de juego, la tarea parecía imposible para Progreso.

Sobre los 62 minutos tiro de esquina para el equipo de La Teja. Rivaga que salta más que Manga y milagro en el Centenario, el gaucho empata el partido.

Es más, casi lo gana sobre la hora… “Los agarramos de contragolpe, me escapé y Zanacchi, que era el back derecho de Nacional, no me salía. Manga, que era bandido, se escondió atrás y cuando yo amago y pateo aparece y me la ataja. Yo, que era un flaquito, caí muerto en el barro. Manga me levantó y me sacó para afuera de la cancha. La gente aplaudía. ¡Qué gesto!”, recordó Dorado.

Finalmente el partido terminó igualado 2 a 2 pero, como la reglamentación del torneo marcaba que tenía que haber un ganador, pasaron a la definición por penales.

Insólita definición



Y arranca la definición. Cinco penales para cada lado. Para Progreso anotaron: Rivaga, Castillo, Dorado y Soñora al tiempo que Manga atajó el remate de Gonzalo Díaz. Para los tricolores convirtieron: Manga, Zanacchi, Mameli y Calandria. El remate de Alfredo Amarillo pegó en el palo.

Ante esto el árbitro Ramón Barreto, desconociendo el reglamento, ordenó otra tanda de cinco penales para cada equipo. Pero no fue el único. Se produjo otro error…

Américo Montautti, en su comentario para el diario La Mañana, narró los hechos: “En el período de definición por penales, fueron muchos los errores para un juez de su categoría. El primero de ellos estuvo en su propia confesión de que desconocía el reglamento que se aplica en este torneo, por tener una reglamentación interna. Algo inaudito para un juez de categoría internacional, que ha sido llamado para confrontaciones trascendentes en todo el continente. El desconocimiento de la reglamentación obligó a proseguir tirando penales hasta totalizar la segunda serie, pasando por alto la ya concreta victoria de Nacional, cuando Esquivel convirtió la séptima ejecución (Salas había marrado para Progreso). Allí ya se había producido el desnivel en el tanteador y ambos rivales habían tirado igual número de penas”.

 

El línea llamó por teléfono

La atajada de Manga que le dio el triunfo a Nacional


A esa hora, la noche caía sobre el Centenario. Barreto, sin saber la manera de terminar con la definición, mandó al línea Pablo Kardjián al vestuario con la intención de ubicar a algún funcionario de la Asociación Uruguaya de Fútbol o del Colegio de Árbitros que le dijera la forma de resolver el lío en el que se habían metido.

Kardjián, con los jugadores esperando en la cancha, llamó por teléfono a la AUF pero nadie lo atendió. El juego se demoró 8 minutos. La gente en las tribunas chiflaba. Hasta que el hombre volvió al campo de juego para comunicarle a Barreto que no había encontrado a nadie.

Fue entonces que el árbitro decidió que los equipos lanzaron tres penales más. Cumplida la cual terminaron con tres aciertos para cada lado. Otra vez en problemas.

Entonces Ramón, por su cuenta, sacó una solución de la galera. Llamó a los dos capitanes y sin pelos en la lengua les dijo: “el que erré el primer penal pierde”, reveló Dorado.

Pateó Rivaga anotando para Progreso. Manga hizo lo propio para los bolsos y al siguiente remate el golero tricolor contuvo el tiro de Suárez. Barreto decretó ganador a Nacional.

“Cuando Manga contuvo el remate se quedó con la pelota apretada contra el pie en la línea del arco y llamó a los fotógrafos para que sacaran la foto”, rememoró Dorado dando cuenta de un hecho que quedó patentizado por la prensa.

Allá arriba, en la vieja bancada, el emblemático relator Carlos Solé expresaba: “si alguien entiende algo de esto que me lo explique porque no entiendo nada de lo que pasó en este partido”.

“Los titulares de prensa al otro día fueron impactantes, algunos pusieron 14 a 14 no es un empate” reveló Daniel Carvajal, uno de los historiadores de Progreso, a Túnel.

Al tiempo que el diario La Mañana tituló: “Nacional igualó en 14 pero ganó; perdió Progreso por errar un penal”.

Ramón Barreto declaró al finalizar el partido: “Nacional triunfó por diferencia de penales”. Fue duramente cuestionado y entre los argumentos de su defensa se esgrimió que venía de dirigir unos partidos en Brasil y desconocía el reglamento.

El presidente de Liverpool, Rodolfo Larrea, era uno de los dirigentes más sorprendidos por la decisión de Barreto y pidió audiencia a la comisión organizadora del torneo por entender que “en mi concepto el resultado fue de 14 a 14. Después de los cinco penales Nacional había ganado reglamentariamente al convertir el segundo penal de la segunda serie y marrar Progreso. Pero el árbitro entendió que debían seguir ejecutando. Pero lo que no se puede entender es la forma arbitraria en que se determinó un ganador por errar un penal. Eso no figura en ningún reglamento del mundo”.

Nacional se terminó consagrando campeón de aquel torneo Ciudad de Montevideo.

Los jugadores de Progreso volvieron a la sede social donde los esperaban con pizzas y refrescos. Al otro día del polémico partido el técnico Necker Porta se apareció en el entrenamiento con un adorno de plástico, al que le puso el escudo de los gauchos, y se lo regaló a cada uno de sus jugadores.


Detalles

Nacional 2 (14) – Progreso 2 (14)

Cancha: Estadio Centenario

Árbitro: Ramón Barreto

Líneas: Pablo Kadjian y Ramón Colman

Goles: 31’ Calandria (N), 34’ Dorado (P) de penal, 44’ Calandria (N) y 62’ Rivaga (P)

Expulsados: 57’ Marrero (P), 59’ Lema (P) y 71’ Omar Pérez (N)

Nacional: Manga, Suárez, Zanacchi, Esquivel y Omar Pérez; Calcaterra, Martirena y D. González; Calandria, Mameli y Amarillo.

Progreso: Larrea, Marrero, Castillo, González y Gonzalo Díaz; Rivaga, Soñora y Suárez; Negro, Dorado y Edgardo Lema.

 

Primera serie de penales

Goles Progreso: Rivaga, Castillo, Dorado y Soñora

Manga atajó a Gonzalo Díaz.

Goles Nacional: Manga, Zanacchi, Mameli y Calandria

El remate de Alfredo amarillo pegó en el palo

Segunda serie

Goles Progreso: Larrea, González, Suárez y Rivaga

Manga atajó a Salas

Goles Nacional: Daniel González, Esquivel, Ruben Suárez y Calcaterra.

Larrea atajó a Martirena

Serie de tres

Goles Progreso: Dorado, Rivaga y Suárez

Goles Nacional: Manga, Zanacchi, y Calandria

Serie de uno

Rivaga gol Progreso

Manga gol Nacional

Manga ataja a Suárez

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