El dueño del Velódromo: la particular historia del hombre que corrió la Vuelta Ciclista por una heladera y $ 30 mil y fue a los Juegos de Tokio Una noche de verano Oscar se acomodó en la tribuna del tablado. Las luces iluminaron sus recuerdos. Miró al horizonte y vio la pista. Los ojos se le nublaron. Allí estaba. Sentado en el Velódromo, a punto de ver la actuación de una murga. Fue inevitable. Su memoria viajó al pasado. Aquellos lejanos años donde llenaba la pista. Oscar Almada, el dueño del Velódromo. Un hombre con una historia de amor puro a un deporte por el que viajó 20 días pegado a las calderas de un barco de tercera categoría para defender a la selección en los Juegos Olímpicos de Tokio, y que terminó corriendo la Vuelta Ciclista a cambio de una heladera y 30 mil pesos. Almada es protagonista de una aventura digna de ser definida como Made in Uruguay. Seis meses antes de los Juegos viajó a Italia y Francia para prepararse con la selección. Pero no entrenaron como Urugua...