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“Yo recogía basura”, dijo con la humildad de los grandes para definir su juego. Sin embargo, le ganó un salto inicial a Jordan y enfrentó a Magic Johnson. Nació en Olimpia, se definió de Aguada, y fue querido en todos lados. El Peje Luis Eduardo Larrosa, no fue un jugador más, marcó una época del básquetbol uruguayo.




Arrancó en Aguada pero surgió en Olimpia, club donde debutó con 16 años, para luego defender a Nacional, Atenas, Hebraica y Macabi, Peñarol, Neptuno, Biguá y Lanús de Argentina.

Su apodo de Peje surgió en el Sudamericano de 1977 en Valdivia. Allí, debido a que era finito y largo, le pusieron como el pez: Pejerrey. Y para toda la vida quedó marcado bajo el diminutivo de Peje.


La gloria eterna la alcanzó defendiendo a la selección uruguaya con la cual se coronó campeón Sudamericano y logró el sexto puesto en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 1984.


Integró un quinteto que se recitaba de memoria: Carlos Peinado, Wilfredo Fefo Ruiz, Horario Tato López, Hebert Núñez y Luis Eduardo Larrosa.

Con la celeste fue protagonista de un hecho histórico: le ganó el salto inicial a Michael Jordan en el partido contra Estados Unidos.


“La historia marca que yo le gané el salto inicial a Jordan en las Olimpiadas y eso quedó en la memoria de todo el mundo. Pero yo recogía la basura. Yo sabía que mi función era recoger la basura debajo del tablero. Yo no iba a salir a tirar de tres puntos. En aquel equipo de Uruguay cada uno sabía lo que tenía que hacer”, dijo con la humildad de los grandes en su última nota en junio de 2020 con el programa Último Cuarto de Sport 890.


En esa jugosa entrevista, el Peje contó anécdotas memorables, como el día que salió campeón sudamericano con Uruguay en 1981 y debió cumplir la promesa que había realizado con Walter Pagani de tirarse en la playa Carrasco.


La noche previa al partido final, en el hotel donde se concentraba el equipo, Larrosa y Pagani acordaron una promesa para el caso de que Uruguay se coronara campeón. “Si salimos campeones nos tiramos en el agua de la playa”, fue el compromiso asumido.


Larrosa, Peinado, Ruiz, López y Núñez



Lo que jamás imaginaron fue el frío que hacía la noche de la consagración. “Hacía tanto frío que ni siquiera pudimos abrir las ventanillas del ómnibus en la caravana de gente que nos acompañó hasta el hotel. Eran las doce y media de la noche y le digo: ‘Walter, al agua’. El Walter se tiró hasta las rodillas, pero yo me tiré de cabeza y salí congelado. Me tuve que meter en la ducha de agua caliente del hotel porque no aguantaba el frío”, reveló el Peje en Último Cuarto.


Larrosa no dudó en afirmar que el jugador más grande que existió en Uruguay fue Tato López, y que a nivel internacional quedó deslumbrado con Magic Johnson.

“Tuve la suerte de jugar contra Magic en un cuadrangular donde jugaron Argentina, Uruguay, Brasil y la Universidad de Michigan. Allí estaba Magic, que al año siguiente fue profesional, pero ya en ese entonces era un fenómeno siendo universitario. Era una maravilla. Lo tuvo que marcar Peinado con 1.85 y Magic medía 2.02 y era cuadrado. Manejaba el balón de manera increíble. Técnicamente fue mucho mejor que Jordan. Michael fue espectacular en el salto y en el estado atlético, pero el más completo y el más inteligente para jugar fue Magic Johnson”, comentó Larrosa.


Peje no dudó en afirmar que su básquetbol cambió radicalmente cuando fue a jugar a Lanús de Argentina, Entre sus recuerdos, jamás olvidó sus inicios y su agradecimiento a un entrenador que lo marcó en su formación como Carlos Cuezzo. “Siempre le voy a estar agradecido. Fue una persona que me enseñó la parte deportiva y la humana, los valores”.





En todos lados donde jugó, Larrosa dejó su huella. A inicios de la década del 80, Nacional luchaba por volver a Primera División. El primer intento fue fallido, perdiendo una final contra Olivol Mundial. Al año siguiente trajeron al Peje Larrosa proveniente de Lanús de Argentina que, junto con el Pancho Edgardo Irrazabal, el americano John Moorehead, Julio Monterroso, Ismael Rodríguez, Fierro y Dell’Acqua, lograron el ascenso.


Otro club con el que ascendió fue Atenas, donde jugó con su ex compañero de la selección, Walter Pagani.


En 1992 fue campeón sudamericano de clubes con Biguá, club donde jugó con Gustavo Szczygielski, un jugador que lo miraba para aprender sus movimientos. Gustavo era un chiquilín cuando en una nota reveló que admiraba al Peje Larrosa. Jamás imaginó que tiempo después compartiría vestuario con su referente en la selección. ¿Saben lo que hizo el Peje? Le regaló una camiseta de recuerdo.


La vida lo llevó a vivir 15 años en Guayaquil. En el año 2017 se radicó en Catalunya. El paso del tiempo fue incapaz de borrar su amor por el básquetbol. Con 60 años era entrenador de básquet en Pineda y seguía jugando a nivel de veteranos donde enfrentó a las estrellas del Real Madrid. Una excusa perfecta para comer asado con sus amigos.

En abril de 2020 contrajo Covid-19. Luego debió ser ingresado a un hospital por una apendicitis aguda. Fue intervenido quirúrgicamente.


El pasado 30 de abril, Uruguay amaneció con el dolor de la noticia de su fallecimiento como consecuencia de un paro cardíaco.





Luis Eduardo Larrosa dejó huella en varias generaciones de uruguayos. Su nombre quedó grabado en la historia del básquetbol. Al margen de haber sido campeón sudamericano y ser parte del histórico equipo que logró el sexto puesto en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles, el Peje será recordado siempre por su sencillez y don de gente.


En aquella última nota, expresó: “Yo nací en la Aguada. Mi corazón es de Aguada, pero mi carrera se hizo en Olimpia, así que tengo el corazón repartido. He jugado en muchos equipos y de todos me llevé un buen recuerdo. A veces digo que tengo más amigos que Roberto Carlos cuando canta que tiene un millón de amigos. Me enorgullece mucho eso. Todo lo que viví son logros que me llenan de orgullo y esas historias se las cuento a mis nietos. De algo van a servir…”. Claro que van a servir Peje. Tu huella será imborrable.

Comentarios

  1. Sin dudas que fuiste y vas a seguir siendo un ídolo primero, y un amigo más tarde (y de los buenos querido peje) como nos contábamos en casa tomando mate allí por septiembre de 2017 vos debutabas cuando yo nacía jajaja y me puteabas por recordarte la edad , un niño sano en un cuerpo de veterano de 2.00 MTS años más tarde practicamos juntos en Biguá y años más tarde nos hicimos amigos , mi hermanito cómo me decías , se te va a extrañar "viejito" pero como la vida misma esto es un hasta pronto loco lindo...

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