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“El técnico de la selección es un sinvergüenza”. Enojado y sin pelos en la lengua, el volante expresó su sentimiento. A los pocos días, el club trató al entrenador de Uruguay de “incapaz e inepto”, exigiendo su renuncia al cargo. ¿Qué había provocado tanta indignación? La eliminación de un jugador que defendería a la celeste en el Mundial.


 

Liverpool y Saúl Rivero fueron protagonistas de una situación inédita que llevó a la directiva del club de Belvedere a pedir la destitución de Roberto Porta como entrenador de la selección. El tema llegó al grado tal que Porta respondió a la acusación remitiendo una carta a la AUF. Impensado por estos tiempos.

La particular historia se generó previo al Mundial de 1974. La selección uruguaya realizó una extensa gira por Centroamérica, el Caribe y Oceanía.

Rivero había sido titular en los partidos contra Jamaica y Hong Kong donde los celestes golearon 3-0 y 4-1 respectivamente. Antes de aquellos encuentros, Porta habría manifestado a su plantel que “si no se ganaba por dos o tres goles podía perder el cargo porque en Montevideo no podían concebir que no ganara por una amplia diferencia de goles”, según reveló Saúl Rivero.

Al regreso, el entrenador debía elaborar la lista de 22 jugadores que llevaría al Mundial. En la zona central el DT disponía de tres jugadores para ocupar el puesto del tradicional 5. A saber: Montero Castillo, Alberto Cardacio y un joven Saúl Rivero que por entonces tenía 22 años.

Pero la decisión se extendió más tiempo de lo esperado. Pasaron 18 días y Saúl, un jugador identificado con la camiseta negriazul de Liverpool, permanecía en el plantel.

El 6 de mayo, Saúl declaró en nota con el diario La Mañana: “Yo quisiera que ya se resolviera esto. Ahora que todos sabemos que viene Montero Castillo hay un número 5 que sobra en la selección, entonces que se resuelva de una vez. Si ahora me dice que me elimina me voy para mi casa y a otra cosa, pero vos sabés lo que es vivir con esta angustia de que si vas o no vas. O que de pronto tu viaje puede depender de medio tiempo. Así es horrible, uno vive con unos nervios espantosos”.

La mañana del 24 de mayo Saúl Rivero y Alberto Cardacio fueron a probarse la ropa de la delegación. Se les tomaron las medidas para los trajes. La ilusión de ser mundialistas crecía.

Luego del entrenamiento de la tarde el plantel se dirigió a la Asociación Uruguaya de Fútbol. Allí, en la sala de sesiones, el técnico Porta pidió reunirse con Rivero y Cardacio. Sobre la hora 17:20 la puerta se abrió y apareció el jugador de Liverpool con lágrimas en los ojos. En su rostro se reflejaba el momento. No viajaría al Mundial. Había sido eliminado del plantel.

A las 11 de la noche, según consigna La Mañana, el jugador fue a cenar a un restaurante de la Plaza Independencia junto con el Dr. Rodolfo Larrea, el Cr. Fidel Russo, César Di Candia y otros dirigentes de Liverpool. Fue cuando estalló y descargó su ira contra el técnico de la selección uruguaya.

“Yo le dije a Porta en la Asociación que era un sinvergüenza y lo sostengo frente a quien sea. Porta es un sinvergüenza”, comenzó diciendo Saúl.

La indignación de Saúl Rivero


Posteriormente reveló algunos de los hechos que lo habían indignado tanto.

“Si él me hubiera eliminado al regreso de la gira, bueno, me hubiera dado bronca pero me callaba la boca. Ahora no. No me callo porque hoy de mañana me mandó a hacer la ropa. A mí y a Cardacio nos mandó probar la ropa. ¿Por qué? ¿Para qué lo hizo? Si unas horas después me iba a eliminar. Además, hablé con él el día de la recepción en la Embajada alemana y me dijo que yo andaba mejor que Cardacio, que me quedara tranquilo. ¿Para qué me lo dijo si no me pensaba llevar…?”.

Y concluyó diciendo: “Cuando fuimos a jugar contra Boca me dijo que yo iba a jugar. Que me iba a dar una oportunidad de jugar aquí en Montevideo todo el partido y cuando llegó el momento no me puso. ¿Para qué me dijo eso? Si no me pensaba poner. Si no me iba a llevar mejor hubiera sido que no me dijera nada. Por todo eso digo que es un sinvergüenza. Se lo dije a él en la cara en la Asociación y lo repito ahora”.

 

Liverpool pide la renuncia del DT

La bronca determinó que la directiva de Liverpool emitiera un duro comunicado donde se calificó de “inepto” e “incapaz” al técnico de la selección uruguaya, solicitando su renuncia al cargo.

En la drástica declaración, con fecha 24 de mayo de 1974, el club de Belvedere expresó:

“El Consejo Directivo de Liverpool FC, reunido extraordinariamente en virtud de la eliminación de los jugadores Pedro Álvarez y Saúl Rivero del plantel seleccionado nacional.

Considerando: que la referida eliminación de Pedro Álvarez, segundo goleador del Campeonato Uruguayo con 12 goles y goleador del Campeonato Ciudad de Montevideo con 9 goles (totalizando 21 goles en 1973) es injustificada e infundada, más aún considerando que el Seleccionado Nacional carece de suplentes en los puestos de puntero derecho y centreforward.

Considerando: que Saúl Rivero dio muestras irrefutables de tener total y absoluto derecho por mérito propio a ocupar un puesto en la Selección Nacional, concretado esencialmente por sus actuaciones en Hong Kong (declaraciones del Sr. Roberto Porta en el diario El Día de fecha inmediata a la disputa de los mismos) y además apreciadas cabalmente por quienes concurrieron al Estadio Centenario en toda la etapa de preparación realizada en Montevideo.

Considerando: que la prensa oral, escrita y televisiva ha destacado permanentemente la actuación del Sr. Saúl Rivero, aún teniendo en cuenta que fue utilizado por cortos lapsos en momentos difíciles e inconvenientes para un análisis exhaustivo y nunca le fue suministrada la titularidad que merecía y prometida por el Sr. Roberto Porta para el partido con Boca Juniors.

Considerando: que el Sr. Saúl Rivero ha expresado a este Consejo Directivo que el Sr. Roberto Porta reunió a él y al Sr. Cardaccio y expresó que pensaba llevar a los dos jugadores pero luego debió elegir a uno de ellos. Que deben ser investigadas las razones que motivaron el referido cambio de posición, así como también los motivos por los que ambos jugadores fueron a sacarse las medidas del traje a las 9 y 30 de la mañana del día 24.



Considerando: que en forma inexplicable se mantienen en la Selección hasta tres jugadores por puesto, en detrimento de otras ubicaciones del equipo y aún se improvisan ubicaciones sin ningún resultado positivo y lo que es peor se mantiene un jugador, que no actúa hace prácticamente un mes, ni se conoce su capacidad física.

Considerando: que el Sr. Roberto Porta ha sido absolutamente insensible al deterioro anímico de los jugadores, esperando hasta el último instante para asumir las responsabilidades que exige la conducción de la Selección Nacional.

Considerando: que el buen material humano deportivo que posee la Selección exige una dirección acorde con el referido potencial deportivo, este Consejo Directivo de Liverpool F.C. resuelve:

1º) Solicitar la renuncia inmediata del Sr. Roberto Porta en su calidad de Director Técnico de la Selección Nacional en cuanto ha demostrado absoluta incapacidad e ineptitud en el manejo del plantel e insensibilidad y desconsideración en sus relaciones con los jugadores, alertando a la opinión pública que su mantenimiento en la Dirección Técnica pone en serio peligro la chance de la Selección Uruguaya.

2º) Se investiguen las reales motivaciones de la exclusión del Sr. Saúl Rivero, exigiendo de la dirección técnica las verdaderas razones de la exclusión.

3º) Reclamar al Consejo Directivo un análisis exhaustivo de este planteamiento y de las designaciones que aseguren que las mismas se ajustan solamente a estrictas razones deportivas”.

 

La respuesta de Porta

A los pocos días ocurrió otro hecho insólito. El técnico Porta respondió a la carta de Liverpool a través de una nota que remitió al Ejecutivo de la AUF, donde explicó los motivos que lo llevaron a prescindir de Saúl Rivero.

Saúl Rivero /Foto AUF


A su criterio, Cardacio estaba en mejores condiciones que Rivero para formar parte del núcleo de 22 seleccionados para el Mundial.

Aquel no fue el único problema que debió afrontar Porta. En mayo los jugadores intercedieron ante el profesor Palese para solucionar el diferendo que había existido con Luis Cubilla. El jugador finalmente se incorporó al plantel.

Los futbolistas volvieron a intervenir en otra oportunidad. Ocurrió luego de que el técnico prescindiera del capitán Luis Ubiña.  El hecho no pasó desapercibido ya que, a pocos días de la partida al Mundial, los jugadores se apersonaron ante el presidente de la AUF, Fermín Sorhueta, para pedirle la nominación del Peta como ayudante técnico. La gestión no prosperó.

La partida de la selección rumbo a Alemania fue increíble. El aeropuerto era un mar de gente. Los jugadores fueron despedidos como campeones del mundo sin imaginar la sorpresa que les tenía deparada la Naranja Mecánica de Johan Cruyff en el debut.

Comentarios

  1. Querido amigo, casi que todo esté relato, aunque sin hacer justicia a tu verborragia descriptiva, se resume a ... son cosas del futbol ...
    Repito sin desmerecer tu relato, una vez más ...sin cosas del fútbol...
    Salú por que la la tinta de tu escritura siga viva , salú 🥃🥃

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