Una improvisada cancha en el patio de la cárcel. Presos parados al borde de la línea y otros gritando desde las celdas. Y de pronto se escucha un alarido: “¡Loncha, matá a uno así te venís a jugar para nosotros!”. Defensor jugando en el penal de Punta Carretas. Tan increíble como real. Allá por la década del 60 era habitual que los violetas concurrieran a jugar partidos a la cárcel donde hoy está el shopping. Aquella idea comenzó a gestarse entre los propios jugadores y a pedido de los presos. “Si no tienen miedo, les hacemos un partido”, mandaban decir los detenidos a través de conocidos del plantel violeta. “Los jugadores tomamos la iniciativa porque había gente conocida y había muchachos presos que nos pedían, ‘che que tal si les hacemos un partido”, reveló Baudilio Jauregui, exjugador de aquel Defensor a Que la cuenten como quieran . “Recuerdo que nosotros íbamos caminando a Punta Carretas, porque estábamos al lado, entonces ya íbamos calentando. A todos nos daba gusto concurri...