Cuando llegó a Peñarol le mandó una carta a la vieja para contarle que Onega le había pedido un jabón. Menotti lo llevó al Barcelona de Maradona. Ídolo en Ferro y Vélez donde, en pleno partido, le hizo un homenaje a su viejo. Autor de tres goles en un clásico. El Pibe de Oro. La sola mención del apodo alcanza para identificar a Julio César Giménez, el pibe que cuando tenía 15 años despertó el interés de Peñarol. El club movió fichas para traerlo pero el joven no bajó a la capital hasta no cumplir el mandato de su madre: que termine el liceo. Cuando tenía 16 años desembarcó en las inferiores de Peñarol donde apenas estuvo tres meses porque rápidamente debutó en Primera. No fue sencilla la tarea de la adaptación. Julio era muy pegado a su mamá y lo mandaron a vivir a una pensión en Ejido y Durazno con jugadores de otros equipos. Y el tema “en la pensión no se comía tan bien, los equipos tenían muchos problemas económicos y repercutía en todo. En aquellos años, estoy habland...